sábado, 23 de junio de 2012

MUNDIAL FILOSÓFICO

En estos días de intenso furor futbolístico queremos recuperar un gag formidables de los míticos Monty Python y que han recuperado varios medios de comunicación y que nosotros hemos podido leer en la crónica de Albert Lladó para  "La Vanguardia"". Disfrutad de la crónica y del divertidísimo vídeo en el que se enfrentan dos grandes equipos de filósofos.




"El partido entre Alemania y Grecia de esta Eurocopaviene precedido por un extraño morbo. Los dos países que se enfrentan simbolizan la brutal crisis económica que padece el continente. Alemania es el país fuerte, el que impone duras medidas de austeridad a aquellos que no han devuelto los créditos a tiempo. Grecia, por su parte, acaba de salir de unas elecciones y sus ciudadanos vivirán el encuentro sumergidos de lleno en una situación social más que compleja. Los mercados, que lo observan todo, se han convertido en los jueces de una democracia herida. Ya veremos si de muerte.
No es la primera vez que combaten los dos países en un terreno de juego, por supuesto. En el mítico programa de humor Flying Circus, de los británicos Monty Python, lo hicieron con una alineación muy especial. Es sabido que los nombres más importantes de la historia de la filosofía occidental han surgido de Grecia y de Alemania. Así, en el Estadio Olímpico de Múnich, durante los Juegos Olímpicos de 1972, rivalizaban figuras como Platón, Sócrates y Aristóteles contra Martin Heidegger, Karl Marx o Friedrich Nietzsche. La única sorpresa, en el equipo alemán, es la inclusión de otro gran “pensador”: Franz Beckenbauer.
El árbitro, rol que le toca a Confucio, pita el inicio de la disputa. Pero los jugadores no tocan el balón ya que están concentrados, filosofando, alrededor del campo.
El autor de Así habló Zaratrusta, polémico como siempre, es amonestado con una tarjeta amarilla por acusar al colegiado de “no tener libre albedrío”. La libertad, en este encuentro y en esta democracia, es una cuestión irrenunciable.
Los locutores dejan de emitir el partido durante un largo periodo porque, ensimismados en sus propios pensamientos, los filósofos no son capaces de encauzar ni una jugada. Pero todo tiene un principio. Si no, que se lo digan a Arquímedes que, astuto, entiende que la circunferencia puede ser usada. Su grito “¡Eureka!” da pie a que sus compañeros despierten y, tras una cuidada triangulación, Sócrates marca de cabeza el único gol cuando falta un minuto para el final del partido.
Los alemanes, en el gag y en la actualidad, se quejan de los griegos. Hegel asegura que “la realidad es una serie apriorística de éticas no naturales”. Kant, por su parte, mantiene a través de su imperativo categórico que “ontológicamente” el tanto sólo existe en la imaginación y, el más contunde, Marx, reclama que el gol se ha producido fuera de juego.
Alemania, que había superado en la semifinal al “ famoso trío” de centrocampistas ingleses Bentham, Locke y Hobbes, no ha podido contra una Grecia con un Heráclito imparable. Por ello, y por su determinante dribbling, recuperamos una cita del de Éfeso: “Siendo el logos común, casi todos viven como si tuvieran un logos particular”. El fútbol, y el humor, también nos hacen pensar"

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