lunes, 30 de abril de 2012

CLAUSURA DE UN MILENARIO-CLOENDA D'UN MIL·LENARI



El mil·lenari de Viladecans arriba al seu fi!

UNA FACTORIA DE SALAZÓN Y GARUM EN CARTEIA

A un kilómetro escaso del núcleo de Carteia, en San Roque (Cádiz) se ha publicado la excavación de un edificio industrial dedicado a la producción de derivados de la pesca. Los autores son Darío Bernal, Juan Blánquez, Lourdes Roldán y José Juan Díaz, y el artículo se titula "Una cetaria anexa en el barrio alfarero de Carteia", editado en las páginas 459-466 del número 6-7 (2009) de la revista Caetaria.

Cetaria de Carteia
Se trata de un edificio exento de 107 metros cuadrados compuesto por un pasillo central y rodeado a ambos lados por piletas cuadrangulares y por dos piletas rectangulares en la parte frontal de dicho pasadizo, que parece haber estado destinado a la obtención de garum. Se trata de un esquema constructivo ya conocido en Portugal, por ejemplo, en la Ilha de Pessegueiro.

Cetaria de Ilha de Pessegueiro
Las piletas cuadrangulares de Carteia miden, aproximadamente, 2 x 2 metros, mientras que las rectangulares, más grandes, presentan unas dimensiones de 3,35 x 1,90 metros. Si se les asigna una altura de unos 2 metros, obtendríamos un volumen total para las piletas cuadrangulares de unos 48 metros cúbicos, a los que se habrían de añadir otros 12 metros cúbicos más de las rectangulares. La excavación ha podido constatar, asimismo, que las piletas sufrieron diferentes refacciones a lo largo de su historia, bastante dilatada, ya que la cronología del edificio abarca desde el siglo I dC hasta, como mínimo, el siglo VI dC, en un claro ejemplo de continuidad.

La volumetría, la perduración en el tiempo y la localización geográfica de los restos de la factoría indicarían que se trata de un centro dedicado a la exportación de productos derivados de la pesca. Hay que tener en cuenta que se halla a escasos metros de un centro productor de ánforas y de un puerto que permite la exportación de la producción.

viernes, 27 de abril de 2012

DE LA OLMEDA A ALICANTE: TRAZAS ALIMENTARIAS

Hemos podido leer la obra La maqbara del Tossal de Manisses (Alicante), de Manuel Olcina y otros, que forma el volumen 4 de la serie Memorias de Excavaciones del Museo Arqueológico Provincial de Alicante. Los autores estudian los diferentes aspectos de la última de las ocupaciones constatadas en el solar de la ciudad ibero-romana de Lucentum (Tossal de Manises). Se documenta en el período islámico, donde el uso de parte de este espacio se ciñe exclusivamente al ámbito funerario. Los datos obtenidos en la excavación evidencian la inexistencia de ajuares e incluso de materiales asociados a los niveles de tránsito; la plasmación de un rito unitario; la organización de los enterramientos en calles, longitudinales y transversales, y su no superposición.

Vista aérea del Tossal de Manisses (Alacant) web Terrae Antiquae
 
Los paralelos arqueológicos, que ofrecen fechas tempranas, corroboradas por los resultados de C14, más la necesidad de interpretar los diferentes elementos documentados en la excavación, que no contaban con datos análogos, hizo profundizar a los autores en el ritual funerario islámico. Finalmente, se intenta enmarcar la maqbara en su realidad histórica, asociándola a un tipo de poblamiento: un asentamiento rural en llano, una alquería o un enclave urbano ¿quizá la esquiva Laqant?.


Pero nos ha interesado especialmente la investigación de Consuelo Roca de Togores "Estudio antropológico y paleopatológico " dentro del segundo volumen de la obra con el estudio de análisis de microestriación dentaria mediante microscopía electrónica de barrido, realizado a tres indivíduos de diferente edad. Los resultados indican que la dentadura de la población enterrada en la maqbara presenta numerosas estrías. La ingestión de alimentos vegetales requiere una mayor masticación y, por tanto, produce una mayor cantidad de las mismas, por lo que cabría deducir que no hay un consumo cárnico abundante. Los análisis de estas piezas dentarias indica además un alto índice de estrías verticales con desgaste acusado que lo relacionaria con elementos abrasivos relacionados con alimentos marinos con un tratamiento de salazón. Esta dieta se observa, ya, en edades muy tempranas.


 
Cementerio musulmán del Tossal de Manisses (web Terrae Antiquae)


Los autores han relacionado estos análisis con los publicados de la población altomedieval presente en la Olmeda  y han constatado que aparecen muchas semejanzas en la alimentación de las dos poblaciones, con la diferencia de que en Palencia también hay estrías horizontales, que los autores relacionan con la presencia de elementos abrasivos, como tierra asociada a las semillas, o el uso de molinos de piedra para el grano.

lunes, 23 de abril de 2012

POR SANT JORDI, FRAGANCIAS ROMANAS

Pintura mural de Pompeya: Casa del brazalete de oro

viernes, 20 de abril de 2012

GÁRGOLAS SONDADAS

Una buena amiga nos envía esta noticia publicada en La Vanguardia:

Gárgolas "sondadas". En la iglesia de Esporles (Mallorca)...



martes, 17 de abril de 2012

EL PECIO BOU FERRER Y EL CONTENIDO DE SUS ÁNFORAS

El MARQ ha publicado recientemente el libro La Vila Joiosa. Arqueologia i Museu que incluye el trabajo de Carles de Juan, Francesca Cibecchini y Enriqueta Vento titulado "El pecio romano Bou Ferrer. Un velero de comercio naufragado en la costa de la Vila Joiosa". En este artículo se nos explica como este pecio se localizó hara unos diez años a unos 25 metros de profundidad frente al que sería el embarcadero de esta localidad.

Las ánforas en el momento de la excavación
La excavación permitió demostrar que se trataba de una nave de carga que transportaba ánforas estibadas hasta en, como mínimo, tres pisos de carga, de acuerdo al sistema típico de las embarcaciones de época antigua, de la forma que se puede observar en los diagramas adjuntos pertenecientes a dicha obra. Además se han localizado tres lingotes troncopiramidales de plomo. 

Reconstrucción de la estiba de la nave
El número mínimo de ánforas excavadas ha sido de 274 ejemplares (la mayoria pertenecientes al tercer piso de estiba) y todas pertenecian a la família de las Dressel 7-11, aunque los autores individualizan cuatro subtipos dentro del conjunto. Esto lleva a los autores a plantear dos posibles rutas. La primera, directa desde la zona de Almeria hacia el Sur de Mallorca y de allí dirigirse o bien por Bonifacio a Roma o bien por Menorca al golfo de Lyon. La otra posible ruta que plantean es la de cabotaje hasta Alicante para, desde allí dirigirse hacia Ibiza y el sur de Mallorca, desde donde podía tomar las alternativas descritas para la otra ruta. Los autores consideran que la nave podía transportar del orden de 2.500 ánforas con el mismo contenido y tener un porte de unos 30 metros de eslora, por lo que descartan la opción de que se trate de una nave de cabotaje y redistribución costera.



El análisis del contenido (especialmente de la única ánfora que se ha conservado sellada con su opérculo) indican que los restos corresponden, mayoritáriamente, a boquerón (Engraulis encrasiculus), caballa (Scomber sp.) y jurel (Trachurus sp.). En el resto de ánforas han aparecido, igualmente, restos de estas espécies, las cuales no pueden tener su hábitat en la zona del pecio. De los análisis y del hecho de que las ánforas se hallan revestidas con pez, se deduce que el contenido no es simplemente de salazones de pescado si no de un producto derivado, el cual, aún no puede determinarse en estos momentos. ¿Nos hallamso ante un cargamento de alguna de los productos que conocemos genéricamente por garum? Esperemos que se halle la respuesta.
Tipologia de las ánforas del pecio Bou Ferrer

lunes, 16 de abril de 2012

LES GRÂCES INCOMPARABLES: TEATRO ESPADA DE MADERA

François Couperin inspirado por las buenas musas...

PRESENTACIÓN DE "LA CUINA ROMANA" EN LA BIBLIOTECA TECLA SALA

El próximo viernes día 20 de abril a las 19 horas os invitamos a la presentación de nuestro libro "La cuina romana. Per descobrir i practicar" en la Biblioteca Tecla Sala  de l'Hospitalet. Para nosotros, que somos casi vecinos de la biblioteca central de nuestra central es un verdadero placer poder presentar nuestra obra en este edificio querido y uno de los elementos importantes del patrimonio industrial de la ciudad. Si venís sereis bienvenidos.

jueves, 12 de abril de 2012

TITANIC: LA ÚLTIMA CENA

Este mes se cumple el centenario del hundimiento del Titanic. La efeméride ha sido recordada en todo el mundo, entre ellas la exposición del Museo Marítimo de Barcelona (que os animamos a visitar si estais por aquí). También el períodico "La Vanguardia" viene publicando una série de artículos sobre el barco y su hundimiento. Hoy se han publicado dos artículos, con reminiscencias sober la Última Cena a bordo. Como siempre, los de tercera clase cenaron frugalmente pero los de primera, tuvieron ocasión de probar algunas de las creaciones del cocinero que ha sentado las bases de la alta cocina del siglo XX: August Escoffier.

Os transcribimos los dos artículos que forman la pieza, el primero firmado por Eduardo Martín de Pozuelo:

"Sólo hay que leer los folletos de propaganda de la época para comprender que la restauración, es decir, la calidad y oferta de la comida a bordo, constituían en 1912 tal vez el principal reclamo de los transatlánticos que hace cien años disfrutaban de muchas menos distracciones que los cruceros de ocio de hoy en día. La prueba, los extraordinarios documentos que constituyen los dos menús que reproducimos en esta página, uno de los cuales corresponde a la abundante última cena que se sirvió en primera clase. Los pasajeros aún sorbían sus últimos cafés, los hombres apuraban su copa y su cigarro en alguno de los salones de fumadores cuando se produjo en accidente. Mientras, en las tres cocinas, abajo y ventiladas por la falsa cuarta chimenea, una legión de personas -más de 70 sólo en el À la Carte- trabajaban aceleradamente para dejar todo a punto para un desayuno que nunca llegaría.

Menú del día del naufragio para los pasajeros de tercera clase


Las cocinas de primera y segunda clase estaban situadas entre los comedores de las citadas categorías y en conjunto ocupaban toda la manga y 50 metros de la eslora. Como todo en el buque eran colosales. El conjunto ocupaba la manga del barco y 50 metros de su eslora.

Las cocinas disponían de todos los adelantos técnicos de la época tanto para cocinar como para guardar y manipular los alimentos embarcados. El barco tenía cámaras para conservar las 34 toneladas de carne fresca embarcada, cinco toneladas de pescado fresco y algo menos de pescado en seco o en salazón, 800 manojos de espárragos frescos, 40.000 huevos, 11 toneladas de carne de ave, casi 3.500 kilos de tocino y jamón, 40 toneladas de patatas, 7.000 lechugas, 36.000 naranjas y la misma cantidad en manzanas aunque sólo 16.000 limones a lo que había que sumar cientos de kilos o litros de café, azúcar, guisantes, té, leche, helado, mermeladas, pomelos, uvas, pan (pero además llevaba panadería), harina, mantequilla, 15.000 cervezas u ocho mil cigarros puros cortesía de la naviera para los caballeros.


No es extraño que las expediciones que han bajado hasta el pecio y han rescatado restos tengan como factor común el hallazgo de platos, vasos y demás artículos de menaje. Y es que la vajilla del Titanic, con el famoso logotipo de la White Star se componía de 57.600 artículos entre ollas, sartenes o bandejas para hornear, 29.000 vasos, copas, y objetos de vidrio y 44.000 de cuchillería.


Para hacer frente con rapidez y eficacia al reto de tres comidas de calidad al día más operativos, meriendas, y caprichos de los de primera, el chef, Pierre Rousseau, de 49 años, muerto en el naufragio; contaba con la ayuda de varios experimentados cocineros y de todo tipo de aparatos que eran lo último en 1912. Sólo para asar contaba con una fila de 19 hornos que se extendían a lo largo de 29 metros. Además contaba con sus máquinas para fabricar hielo, grandes ingenios para cocinar al vapor, cámaras para preparar alimentos al baño maría y hasta potentes batidoras"

Y este es el segundo artículo, firmado por Cristina Jolonch
" Un tiempo antes de que El Bulli cerrara sus puertas el pasado mes de julio, Ferran Adrià hacía el recuento de los platos que habían salido de su cocina. Obsesionado por las cifras y las fechas, cayó en la cuenta de que si se apresuraba, podía conseguir que el número de su última elaboración coincidiera con una cifra simbólica: 1846, el año en que nació August Escoffier.
El menú del restaurante A la carte correspondiente a la noche del naufragio
El chef catalán que impulsó la última revolución culinaria quería rendir homenaje al que se considera el padre de la cocina moderna y, para conseguirlo, tuvo que sacar casi 200 nuevos platos en la temporada 2010-2011. La versión bulliniana del melocotón melba, postre que en su día el gran maestro francés creó para la soprano Nellie Melba, fue el último bocado que degustaron los cincuenta comensales que aquella noche del pasado verano se despedían del restaurante de la cala Montjoi, en el Cap de Creus.


Escoffier no fue tremendamente imaginativo, pero se erigió como el gran codificador de la cocina clásica; tuvo el ingenio de aportar sentido común al inventar la estructura de las partidas, puso orden al conocimiento culinario, compiló 2.500 recetas y dignificó el oficio de cocinero. Como el propio Adrià, fue el chef más influyente de su época y el más conocido internacionalmente. No podía ser otro el elegido para confeccionar la mejor carta para las mesas más exclusivas de ese lujoso hotel flotante que fue el Titanic.


Mientras duró el viaje, los pasajeros de primera clase pudieron degustar en el restaurante À la Carte (el único a la carta y de pago, ya que en el resto de los restaurantes las comidas y las cenas estaban incluidas en el precio del pasaje) algunos de los platos más exquisitos que probablemente se sirvieran en todo el planeta en aquellos días. Ostras, consomé Olga (con oporto y vieiras), salmón pochado con salsa muselina y pepinos, un cuarto plato que se podía elegir -filet mignon lili (filete con patatas, foie, alcachofas y trufa), pato asado con salsa de manzana, o solomillo de buey con patatas chateau-; el ponche romaine, sorbete para aligerar antes de continuar con el pichón asado con berros, los espárragos fríos con vinagreta, el paté de foie gras; los postres (pudding Waldorf, melocotones en confitura, pastelillos de chocolate y vainilla o helado francés) y la fruta fresca y el queso para acabar... son las exquisiteces, representativas de la alta cocina de la época, que aquella fatídica noche los pasajeros tuvieron tiempo de degustar antes de atisbar la tragedia.


De haber sabido que aquella era su última cena, probablemente ni el más exigente gourmet de los que pudieran encontrarse a bordo hubiera elegido aquellos platos. Tal vez hubieran preferido evocar en su último bocado algún sabor de la infancia, del mismo modo que el condenado a muerte al que le otorgan el insignificante privilegio de elegir su última cena busca los sabores amorosos de la cocina materna.


El placer de la mesa, escribió el sabio Brillat Savarin (1755-1826) en su Fisiología del gusto, es "para todas las edades, para todas las condiciones sociales, todos los países y todos los días. Se puede asociar con todos los otros placeres y será el último en consolarnos de la pérdida de los demás". Los grandes cocineros, como los mayores sibaritas, han imaginado en algún momento su última cena. El propio Manuel Vázquez Montalbán, quien supo como pocos relacionar el arte culinario con la cultura, intuía en uno de sus libros el último antojo de su entrañable personaje, Pepe Carvalho: "A él le gustaría morir en un sillón de relax, con una botella de vino blanco en un cubo lleno de hielo y un canapé de caviar o morteruelo en una mano, entre los árboles". Al propio escritor, tal vez le hubiera gustado evocar aquel primer recuerdo gastronómico que de vez en cuando rescataba de su memoria: "Mi madre que me tiende un pan caliente y una bolsa de papel de estraza llena de aceitunas negras de Aragón".


Sabores sencillos en un intento infructuoso y natural de volver a los ancestros. El lujo del Titanic, los sabores seductores de las ostras, del salmón, del cordero, o las seis marcas de champán que corrieron por las mesas, perdieron todo su sentido en el momento en que los pasajeros supieron que, a pesar de que la música siguiera sonando, la fiesta había terminado y no habría tiempo para recordar aquel manjar entre las brumas de la resaca."

miércoles, 11 de abril de 2012

lunes, 9 de abril de 2012

KUANUM EN TARRACO VIVA 2012


Como respuesta a las peticiones de todos aquellos participantes que en la edición del pasado año  no tuvieron oportunidad de realizar el taller "Suaviter olens", KuanUm!, de nuevo ofrece este año la oportunidad de gozar de los aromas y sabores culinarios de la antigua Roma. 


Como novedad, y en taller alternativo, se ofrece la posibilidad de realizar un sencillo menú al alcance de todos los gustos.


Durante la edición de este año, también KuanUm! presentará y pondrá a la venta el libro "La cuina romana per descobrir i practicar" que ha publicado en ediciones Farell.


Vale!

LES GRÂCES INCOMPARABLES: DOSSIER. NUEVO ESPECTÁCULO DE LA COMPAÑÍA KUANUM!

« Les Grâces Incomparables »
de los cuatro “Livres de pièces de clavecin” de
François Couperin
Compañía KuanUm
Marta Luz Huélamo: Clave
Rafa Núñez: Actor
Javier Alonso Lebrero: Texto e idea dramática

A través de la música del compositor François Couperin y de la evocación de su figura, se ofrece al espectador la oportunidad de participar del  sutil  mundo estético y sentimental de la corte parisina del siglo XVIII.

A partir de la segunda década del XVIII empieza a estar presente en la corte francesa de Luis XV un nuevo sentimiento estético a veces denominado rococó, o con más precisión, “galante”. Aún estamos lejos en el tiempo de lo que más tarde en Alemania se llamara “Empfinsamer Stile”, que en castellano se tradujo como “estilosentimental”, pero en ocasiones encontramos ya un gusto por la ensoñación y la melancolía que lo presagia.

Es la época de las “Cartas Persas” de Montesquieu, de las pinturas de Wateau con escenas campestres idílicas y bucólicas, del culto sensual a la belleza y al arte por el arte.

El hedonismo y el gusto por la vida impregnan la corte. Hay una atracción por los lugares remotos y exóticos, y hacia una naturaleza amable. Impera un confiado optimismo. En este ambiente se fraguará poco más tarde la obra de Rosseau y de Voltaire entrando de lleno en el llamado Siglo de las Luces.

Es en este contexto, entre 1713 y 1730, en el que François Couperin, compondrá sus cuatro “Livres de pièces de clavecin”, un total de  220 piezas para clavicémbalo que agrupará en 27 “Ordres”. En ellos
tiene cabida todo un mundo personal sentimental y emotivo y la descripción musical de tipos, ideas y caracteres  que poblaban aquel momento luminoso de la cultura francesa.

EL INSTRUMENTO.
El Clave.

Maderas finas, cuidados ornamentos, delicado mecanismo que
impulsa los plectros de pluma, pone en vibración las cuerdas de cobre, hierro o latón y hace surgir los más sutiles y expresivos sonidos.

El clave, también conocido por su nombre francés clavecín o el italiano clavicémbalo, fue durante más de siglo y medio el instrumento rey. Su agilidad y su capacidad polifónica, le hicieron un instrumento indispensable en la música de conjunto ya fuera en la música de cámara o en obras orquestales, aunque donde el clave alcanza mayor esplendor es en su repertorio como instrumento solista.

Con los precedentes renacentistas de músicos españoles o los
virginalistas ingleses y holandeses, fue sobre todo en el periodo llamado barroco en el que se compuso la mayor parte de la música para clave. Si bien todas las escuelas nacionales europeas contribuyeron a enriquecer la literatura de este instrumento, puede decirse que fueron los compositores
franceses los que mejor supieron atender a su particular idiosincrasia.

Para este espectáculo contamos con un instrumento construido por Rafael Marijuán en  Torrelaguna el año 2008. Propio de la escuela parisina del primer cuarto del s. XVIII, está insspirado en lanchet/Taskin.

EL PROGRAMA MUSICAL

I) Prélude
II) Les Grâces incomparables ou La Conti
III) Les Idées Hereuses
IV) La Florentine
V) La fine Madelon et la douce Janneton
VI) Les Jeunes Seigneurs
VII) Le Trophée
VIII) Les Moissonneurs
IX) Les Satires ; Chevre-pieds
X) La Ténébreuse
XI) La Favorite
XII) Les Fastes de la Grande et Anciénne Mxnxstrxndxsx (Ménestrandise)
XIII) La Couperin
XIV) Le Rossignol en Amour

Sí, porque hay Gracias para todo.
Las hay discretas, divertidas, elegantes, tiernas, muy profundas...
Las hemos convocado con música y palabras.
Sólo falta vuestra Graciosa Presencia
Os esperamos
GRACIAS

Javier Alonso, Rafa Nuñez y Marta Luz Huélamo

Teatro Espada de Madera
12 al 22 de Abril
Les Grâces Incomparables
Toda la información en: